Atropello a Oliverio Girondo

Reconocido poeta, nacido en Buenos Aires el 17 de agosto de 1891, publicó en 1922 su primer libro de poemas, "Veinte poemas para ser leídos en el tranvía". Forjó la vanguardia de los años 20 desde el Grupo Florida (movimiento que se caracterizó por innovar desde la vanguardia relacionada con las formas, cuestionando la métrica y la rima en la poesía apoyando el surrealismo, el dadaísmo y el ultraísmo).

En 1961 fue atropellado en la misma calle en que nació, por un coche al salir del cine (vio "La dama del perrito"). Producto del mismo, pudo levantarse y caminar hasta su casa pero lo dejó imposibilitado físicamente y le dejó serios problemas de memoria. Murió en Buenos Aires el 24 de enero de 1967 a los setenta y cinco años.

Si bien Oliverio Girondo muere a causa de las lesiones del atropello, no alimenta la estadística de víctimas fatales, ya que para ello debería haber fallecido dentro de los 30 días de ocurrido el hecho vial. Sin embargo, es una víctima de accidente de tránsito de cuya experiencia podemos aprender.

No hay registro de los sucedido post accidente, pero parece que el vehículo continuó su camino sin alcanzarlo al hospital o a su casa. Tampoco hay registro si Oliverio Girondo cruzó por la senda peatonal o lo hizo a mitad de cuadra sin mirar a los costados.

En un atropello en zona urbana, tanto el peatón como el conductor, ambos tienen su cuota de responsabilidad en la prevención de este tipo de accidentes. El conductor, porque tiene que ir prestando atención a la posibilidad de un cruce inesperado y regular su velocidad acorde a ello. Por su parte, el peatón, al ser el más vulnerable en la vía, debería ser el principal interesado en evitar esta situación y para ello se recomienda mirar hacia ambos lados de la vía, establecer contacto visual con el conductor y esperar que el vehículo se detenga antes de cruzar.

Ambas partes, tanto conductor como peatón, no deben distraerse con la tecnología, teléfono móvil, radio con auriculares, mensaje de textos, etc.